-Después tenemos que ir a la escuela del Santo. Lo ha dicho don Antonio.
-¿A la escuela para qué?
-Para tomar chocolate con galletas. Tenemos que ir todos los niños vestidos de comunión.
A Paquita no le hizo mucha gracia que el maestro hubiese decidido lo que tenían que hacer los niños cuando terminase la ceremonia de la primera comunión. Había hecho sus planes y daba un repaso al itinerario que seguirían para visitar a los familiares más allegados con el fin de entregarles las tradicionales estampitas de recuerdo cuando Carmelo recordó las instrucciones protocolarias del maestro.
- Pues a ver a qué hora termina todo.Estate quieto, gorrión. Deja que te doble bien los puños y te ponga los pasadores.
-¿Qué son los pasadores?
Paquita le mostró uno de ellos. Una minúscula cadenita de oro rematada por una herradura de caballo en uno de sus extremos y por la cabeza del mismo animal en el otro extremo.
-Esto es un pasador. Y ahí encima está el otro. Como la camisa de almirante no tiene botones, te pondré los pasadores para sujetar los puños.
A Carmelo le gustó bastante la idea aunque no terminara de ver muy clara la relación que pudiese haber entre un almirante y dos caballos.
-Vale. Los pasadores sí me los pongo pero la moña, no. Yo no quiero moña.
Mari ya estaba vestida de princesa desde hacía un buen rato. Se remiraba en el espejo del ropero acercando y alejando la medalla que pendía de su cuello.
-Mamá, ya ha dado el primer toque.
Su madre hizo como que no había oído a Carmelo y se dejó de contemplaciones de última hora. Sujetó al benjamín con firmeza, como si fuese a herrarlo o a marcarlo con el hierro de la yeguada, y adoptó un tono autoritario.
-Tita, trae la moña, que se la voy a poner ya.
-¡Que yo no quiero moña!
-Tus hermanos hicieron la comunión con moña. Y tú también la vas a hacer con moña te pongas como te pongas. Toma los guantes y el librito.
"Tus hermanos hicieron la comunión con moña y ..." |
Francisca tenía la moña en la mano y no parecía muy ilusionada. La arrimó al brazo del gorrión y chasqueó ladeando la cabeza a un hombro.
-¿Qué le pasa, Tita?
-Que tiene color de chochomona de estar guardada. La teníamos que haber lavado con el traje para que siguiesen con el mismo tono.
Carmelo vio el cielo abierto.
-Mejor.
El segundo toque se oyó con toda nitidez y Paquita decidió que el pequeño gorrión ya iba suficientemente ataviado. Así que cambió de opinión y dio por zanjada la operación almirante.
-Deja la moña ahí, que eso ya no se lleva, y vámonos que se nos hace tarde.
Carmelo tocaba las cabecitas de los caballos con las manos enguantadas, sin saber qué hacer con el librito de nácar. Mari permanecía inmóvil mientras su tía le sujetaba el velo con alfileres de cabezas blancas.
Lavado de cara de última hora, repaso de peine, cerrado de ventanas, despeje de tiestos del salón, el bolso, las llaves, cerrado de puertas hasta llegar a la puerta de la calle, mirada y remirada a los niños y últimas instrucciones.
-Muy bien, Mari. Vas guapísima. Ponte al lado del niño para que no meta la pata.
-Niño, como pierdas los pasadores te vas a enterar.
La princesa y el almirante salieron a la calle con toda la luz del mediodía de un treinta de mayo y relucientes como una pared recién encalada.
La niña iba recatada y tranquila; Carmelo, loco de contento porque no llevaba moña.
Moña de comunión. Imagen de Internet |
Un bello relato conmovedor y doméstico. Una muy buena redacción.
ResponderEliminarRegresaré por el resto.
Un fuerte abrazo.
Pues menos mal que nos ha puesto usted imagen de la moña en cuestión, porque ya me tenía usted intrigadísima. Podría usted hacer todo un diccionario!
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous
Buenas noches Pasto:
ResponderEliminarQue relato más simpático, me encanta.
Me imagino las escenas.
El domingo que viene celebraremos el Corpus y los niños y niñas de mi Parróquia volverán a vestirse de Primera Comunión.
Un abrazo, Montserrat
Besos, Montserrat
Hola Pasto, hace un tiempo que no paso a saludarte y hoy me encuentro con la moña, que segun he leyendo me he dado cuenta de las diferentes tradiciones de cada lugar, al final he podido ver la imagen de la moña.
ResponderEliminargracias por tu interesante historia.
Un abrazo.
Ambar.
Genial, muy entrañable. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarABRAZOS.
Un viaje al pasado muy muy realista. Hay muchas maneras de viajar y esta es una de las mejores. Beso.
ResponderEliminarhola amigo pasto,siempre tienes esa magia que me hace disfrutar mucho con tus relatos es como si una se transportara hacia otras epocas,hacia muchos años atras,por eso me gustan tus relatos amigo.
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo y pasa una feliz semana!!!!
Un relato encantador, y más con Carmelo.
ResponderEliminarUn saludo enorme. Que sigas bien.
Que buena historia para traer del recuerdo los instantes de la Primera Comunióm....Y lo que mas me gustó después de todo ese asunto eclesiástico protocolar fue sin duda el desayuno...chocolate caliente con galletas..
ResponderEliminarBesos..
me hace acordar mi primera comunión (lejos y hace tiempo)
ResponderEliminarcon el vestido todo impecable
y con el tul en la cabeza
en las manos un rosario y un librito de oraciones
un beso, me conmovió lo que escribistes
HOLA QUERIDO AMIGO.
ResponderEliminarANTES LOS NIÑOS IBAN VESTIDOS CON TODOS ESOS ADORNOS PARA LA COMUNION. QUE LINDO!!!
A MI ME PUSIERON UN TRAJE LARGO COMO DE RELIGIOSA BLANCO CON UN LAZO EN LA CINTURA, UN LIBRITO EN LAS MANOS, UN MOÑO EN LA CABEZA.
YO ME SENTÍA UNA REINA, LOS VARONES IBAN CON EL MOÑO (LE DECIMOS ACA).
BESITOS, LINDOS RECUERDOS.
Preciosísimo relato Pasto. Yo no llevaba moña el día de la mía.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Chocolate con galletas, recuerdo que con ese desayuno intentaron llevarme; pero no quise, fue más importante mi libertad y no me arrepiento.
ResponderEliminarUn abrazo Pasto.
Coucou dsl je ne peux faire marcher la traduction
ResponderEliminarmais j'adore ta première photo oui oui
bise
Pasto,yo me pongo el "traje de poetisa"y tú te nos vistes de "niño"y disfrutas tanto,que nos llegan las voces,los colores y los ecos de aquel tiempo...Pienso que,disfrutas de este presente,porque en él sigue vivo tu pasado y desde él sigues creando y recreando la vida,que no se va,porque la eternizas con tus letras.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso,amigo.
M.Jesús
PD:Tengo la ventana abierta frente a la Dehesa.Hay pájaros en el alféizar y parecen comunicarse con los de tu blog...Es una gozada.
c'est flo kikou
ResponderEliminarbellisimo y conmovedor relato nos regala tu alma insigne de escritor, esta asturiana amiga y admiradora te da infinitas gracias por hacernos participes de el y te manda un besin muy grande.
ResponderEliminarPasto me has llevado en el tiempo, recuerdo el librito de nácar y el rosario entre sus hojas, mis hermanos y su moña, la bolsa de la limosna, donde los parientes ponían sus donativos, que bonito recuerdo me regalas amigo mio, saludos
ResponderEliminarQue gracia, la Moña.
ResponderEliminarBello relato, felicidades. Me gusta que sabes transmitir muy bien lo que escribes y hacer que "estemos allí"
Abrazo. Jabo
Qué texto más hermoso. Sabe a chocolate con galletas e infancia.
ResponderEliminarUn relato muy cercano y familiar. A mi me ha traído hermosos recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar por mi blog y dejar tu comentario.
ResponderEliminarQue pases un hermoso día
Saludos
Elisa, desde Argentina
Oi meu querido amigo venho desejar um lindo fim de semana, com saúde paz e amor,,,
ResponderEliminarBuen relato...lindísima historia, no me queda muy claro que es la moña, aunque está la foto creo no haber visto una, los pasadores en mi tierra los llamábamos gemelos, algo que hoy pocos recordamos no? aunque uno nunca sabe, con las modas todo vuelve....basta que se lo ponga algún famoso y lo tenemos de nuevo.
ResponderEliminarTe dejo un gan abrazo.
Exacta descripción que nos lleva a cada rincon de esta escena, tocando, percibiendo y quedandonos en el tiempo y espacio de tu relato.
ResponderEliminarUn talento muy especial.
Me ha gustado
Gracias
Qué precioso relato... cuántos recuerdos de mi propia comunión... a mí me obligaron a hacerla vestida de monja y fue el peor desengaño y una gran frustración.
ResponderEliminarAh! Menos mal que pusiste la foto de la moña, no tenía ni idea.
Un fuerte abrazo, amigo.
PD: comentarte que me gustaría que aceptaras un premio que quiero compartir contigo y que puedes recoger en mi blog:
http://beatrizsalas10.blogspot.com/
Me comenta Mamé que está teniendo problemas para dejar su comentario. A mí me pasa también en muchos de los blogs en los que quiero dejaros unas palabras.
ResponderEliminarDespués de ver la "moña" estoy de acuerdo con el chiquillo, yo tampoco querría ponermela.
ResponderEliminarBss
( Yo tambien tengo problemas para comentar en otros blogs, pero en este no )
Espero que tengas un lindo mes de Julio.
ResponderEliminarSaludos muchos. Cuidate.
Un bonito relato que me ha encantado leer.
ResponderEliminarNo conocía lo de la moña, y me ha hecho muchísima gracia lo de que tenia color "chochomona", esa frase se la he oído decir a mi madre muchas veces, y la tenia olvidada.
Gracias por traernos tantos recuerdos.
Espero que este totalmente recuperado.
Un abrazo y buen fin de semana.
Por fin puede ponerte un comentario, ya estaremos en contacto un gran saludo desde la Tacita de plata.
ResponderEliminarbello y emotivo relato nos regalas sensible escritor, infinitas gracias por hacernos participes de el, un besin de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarGracias por su visita em mi blog! Siempre interessante passar por aqui. Abraços do Brazil
ResponderEliminar¡Qué estampa costumbrista...! Me ha encantado; es cercana y diáfana como un día de primera comunión.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola amigo Pasto, me alegro de tu visita, pensaba que ya te habías puesto enfermo otra vez.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato y me has hecho sonreír, así eran nuestros tiempos de infancia.
Pásate por mi blog y busca el día 27 de junio una entrada en que doy un premio a los poetas y escritores con motivo de mis 60 años, me gustaría que lo tuvieses , lo mereces.
Con ternura
Sor.Cecilia
Que épocas.
ResponderEliminarLeyendote traes recuerdos de niñez.
Cariños
Je te souhaite une belle journée
ResponderEliminarVine a dejarte un saludo veraniego .
ResponderEliminarBss.
¡Ha tenido moña la cosa!
ResponderEliminarUn saludo
al + mc
Buen fin de semana!
ResponderEliminarSaludos desde Argentina
Elisa
Te dejo cariños y el deseos de una buena semana junto a este pensamiento leído:
ResponderEliminarLo admirable no es que existan las estrellas sino que el hombre haya podido dar cuenta de su existencia.
Anatole Francie
Fantástico relato de...supongo una mañana agitada en una antigua casa preparando lo que sería la evolución del típico traje "...deja la moña ahí, que eso ya no se lleva...". Un abrazo Pasto.
ResponderEliminarLas tradiciones que se imponían, hoy es más liberal lo de la vestimenta.
ResponderEliminarLo que importa es que te sientas bien en ese momento y Carmelo lo esuvo. :)
Un abrazo