domingo, 10 de noviembre de 2013

CASTAÑAS ASADAS


Fue una tarde apacible y húmeda. La foresta enjugaba líquenes y setas con sus lágrimas dulzonas. La chimenea esperaba consumiendo troncos de encina como si masticase chicle hasta que llegasen del castañar… Carmelo siempre había soñado con un momento así.



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