Su hocico frío topó con la escalera de aluminio.
La madrugada se rompió en lamento de despedida.
Se marchó hacia arriba dejando un decenio de dicha.
Fue roca.
Fue rosa.
Fue rosa sobre roca.
Siempre abierta la ventana de la torre.
Siempre abierta sople o no sople
el viento de levante o de poniente;
el viento que te alce o que te aplaste;
el viento que te alivia con su roce.