Farola de la calle Isaac Peral |
La mirada del panda se le clavó en el subconsciente poco antes de abandonar Shangai. Sabía que era la última vez que se perdería en sus ojos.
David clavó el machete sobre el tronco de bambú y volvió la espalda al cañaveral.
- Chao, Chu Lin.
- Chao, David. ¿A dónde vas?
- A mirar por la ventana y ver a la gente pasar.