Patos de cuello verde |
A la de tres fue la vencida.
Amaestrar patos es algo cansino y muy poco agradecido. Sobre todo si no se dispone de instalaciones adecuadas para montar una escuela de vuelo para ellos.
Hoy casi lograron volar en perfecta formación cuando bajaban a una degustación de castañuelas.
- Vale, chavales. A ver si mañana os sale mejor.
- Cuá, cuá.
- A los tres.