Manolo Massip estuvo desde las ocho de la mañana esperando a Carmelo en la puerta del colegio. Parecía un centinela jugando al ping pong.
- Como lo coja se va a enterar- le dijo al menor de los hijos de Ángeles, la de El Monte.- ¡Cuidao cómo le ha puesto los ojos al niño!
- Cálmese usted, Manolo, que le daría sin querer.
- ¿Sin querer? ¡ Sin querer se da un trompillazo!¡Uno! ¿No lo ves?¿No ves cómo le ha puesto los dos ojos? ¡Vamos, hombre!¡Por Dios! ¡Como lo coja se va a tragar el canuto!
tu en as de belles fleurs chez toi BISOU
ResponderEliminarLos conflictos entre niños no es bueno que lo arreglen los mayores.
ResponderEliminarMuy divertida la historia.